El tema de portada del boletín digital ANUNCIAR Informa de este mes de junio de 2024 dista mucho del que hoy les presento. Este cuadernillo que mencionare hoy, contiene una imagen satírica de Jesús que ha generado y sigue generando bastante polémica. Personalmente, no tengo intenciones de darles publicidad gratuita, a diferencia de otros canales que lo hicieron y, como efecto dominó, beneficiaron a la editorial en ventas y difusión en diversos medios. Desde que comencé a analizar ciertos comportamientos en la sociedad, desde lo político y social, en particular desde que ese movimiento destinado a ganar la simpatía de la población, particularmente si esta posee derecho a voto, aun a costa de tomar medidas contrarias al Estado democrático, se instaló, y lo hizo para quedarse. Se imaginan de quienes hablo ¿No?
Se ha comenzado a recorrer un largo y sinuoso camino para ejercer, sin que nos demos cuenta: una gran manipulación mediática en la población.
El objetivo es dividirnos, no solo por temas religiosos, políticos o deportivos, sino por la aceptación forzosa de diversos géneros que debes aceptar y respetar. Si no estás de acuerdo, eres etiquetado como “homofóbico”. En esta edición, analizamos las dos caras de una misma moneda afectada por individuos cuyo propósito con este libro es, entre otras cosas, “incomodar, pero siempre desde el respeto al marco democrático y utilizando datos certeros y reales. Se trata de una publicación de humor para adultos”.
Sin embargo, el respeto parece haber sido ignorado. Se han burlado del marco democrático, ridiculizando no solo a Jesús, sino también a personas que dedican su vida al servicio de los demás y de la religión, en este caso, el catolicismo. No dudo que estos individuos no tendrían reparo en burlarse del islam, budismo o judaísmo, entre otras.
Recordemos lo sucedido en septiembre de 2012, cuando un semanario satírico francés ridiculizó a Mahoma en su portada. Uno de los periodistas justificó diciendo que las caricaturas estaban abiertas a la interpretación. Vivimos en una sociedad que se supone tolerante, donde la libertad nos da derechos, pero ¿Qué sucede cuando esa libertad se extrema y nos permite ofender a los demás? Justifican este tipo de ilustraciones diciendo que “el objetivo es reírse de los extremistas, sean musulmanes, judíos o católicos”. Si bien no podemos aceptar pensamientos y actos extremistas, surge una pregunta: ¿esta postura les da derecho a tocar las fibras más íntimas de una persona creyente? Para mí, la respuesta es “no”.
Luego de su aparición y todo el movimiento mediático, la revista sacó una edición especial de 75,000 ejemplares que se agotaron en un día. ¿El objetivo? Burlarse de figuras religiosas para generar dinero y confrontación en la sociedad. Esto también es extremismo, convirtiéndose en lo que combaten. Me recuerda la frase: «Mi libertad termina donde empieza la de los demás». Abusando de esa libertad, se ríen de la religiosidad de las personas, justificando sus actos bajo el pretexto de incomodar desde el respeto al marco democrático.
Claro, lo transgresor vende.
Estas situaciones ocurren también porque una parte de la sociedad, durante mucho tiempo, impuso, reprimió y oprimió a los que pensaban diferente. No quiero justificar esta publicación, pero debemos asumir la culpa de que esto ocurra hoy. La sociedad actual necesita testigos de misericordia, solidaridad y amor hacia los más débiles: niños, ancianos, enfermos…
Recuerdo haber leído y estudiado la encíclica del papa Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, donde se dice: «El hombre contemporáneo escucha más a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio».
Eso se llama coherencia.
Si aplicáramos algo tan sencillo como eso, todo desde el buen sentido y no decir una cosa y cuando nadie nos ve en privado, hacemos y comentamos otras…
Eso se llama: incoherencia.
No mencionaré ni el título, ni el autor, ni la editorial para no darles publicidad gratuita. La portada muestra a Jesús crucificado sosteniendo banderines del movimiento LGTB en un estilo satírico. El ilustrador es conocido por su trabajo en sátira e ilustraciones infantiles. En el interior, encontrarás numerosas ilustraciones con escenas homosexuales y lésbicas, basadas en temas religiosos, especialmente monjas en poses pornográficas. Las viñetas que acompañan cada ilustración parecen dirigidas a un público infantil. Insisto: el contenido es para adultos, pero ilustrado y narrado como si fuera para niños. Estos individuos han respondido a la «supuesta confusión de Amazon» al promocionarla para menores de 6 años diciendo que preparan una nueva edición con la frase: “creíamos que era obvio, pero esto es para adultos”.
Hace tiempo observo un cambio notable en la sociedad, pero no para bien. Me pregunté si existía algún patrón emocional detrás y me encontré con el término «Gaslighting». Es un patrón de abuso emocional donde la persona es manipulada para que llegue a dudar de su percepción, juicio o memoria.
Un ejemplo relacionado con esta publicación:
– Una persona que no está de acuerdo dice: “Por mucho que sea para adultos, ¿es normal hacer un libro sobre sexo de ese modo? ¿Es correcta la manera de reivindicar la homosexualidad con esas ilustraciones?”
– La otra persona responde: “El mal está en quien mira, no en lo que se mira. Si alguien ve cosas sucias, el problema es suyo”.
Ahí se planta la semilla de la duda.
Este tipo de manipulación es sutil pero extremadamente peligrosa. La hemos visto en países donde esta tendencia política que pretende atraerse a las clases populares, se ha afianzado, llevando a cabo un trabajo minucioso y perspicaz. Los más influyentes te señalan con el dedo, etiquetándote y calificándote por no aceptar o cuestionar sus creencias, dogmas o género. Esto provoca grietas entre nuestros seres queridos, amigos y conocidos, solo por tener una perspectiva diferente de la realidad.
Investigando la finalidad de esta publicación que ridiculiza a Jesús, encontré opiniones como estas:
– “Es una parodia para enseñar mediante dibujos ridículos y textos a la par de respuestas a argumentos ultraconservadores, confirmando que la homofobia está mal”.
– “Es un libro para adultos. El estilo de dibujo es lo de menos”.
– “La idea es provocar a todo el mundo…”.
– “Muchos que aplauden el libro y se ríen de las quejas son los primeros en ofenderse por otras cosas y pedir censura por cualquier cosa que a ellos les molesta”.
– “Es un libro con cuatro dibujos que no vendería nada. Gracias a las denuncias, entrevistas y menciones en medios, fue récord de ventas porque todos le hicieron publicidad gratis”.
Para concluir, recordemos los objetivos egoístas de tales publicaciones. Se amparan en la libertad y se proclaman defensores de las minorías y la igualdad de género. Pero detrás de esa máscara, su verdadero propósito es aprovecharse de los cambios sociales para obtener ganancias. No les importa tus sentimientos, identidad o convicciones genuinas. Simplemente explotan la causa LGTB para su propio beneficio económico.
Cuando justificamos cualquier cosa a través de la sátira, estamos siendo arrastrados a un vórtice de inculturación e ignorancia de la cual no hay retorno.
Alfredo Musante
Para ANUNCIAR Informa (AI)
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